LIPOATROFIA SEMICIRCULAR
Quizá
recuerden la noticia de la guardería municipal de Barcelona que el pasado mes de abril tuvo que cerrar
provisionalmente de manera preventiva al haberse detectado cuatro casos de LIPOATROFIA
SEMICIRCULAR, dos en niños y dos en trabajadoras del centro.
Esta extraña
enfermedad se dio a conocer en el año 2007, cuando se
diagnosticó en varios/as trabajadores/as de las oficinas de algunas
grandes empresas como Gas Natural y La
Caixa. Los afectados presentaban la pérdida de tejido adiposo,
generalmente en muslos, glúteos y antebrazos, como consecuencia del contacto o
proximidad de estas zonas del cuerpo con mobiliario metálico conductor de
electricidad estática.
Aunque el
Síndrome de lipoatrofia semicircular es considerado como una lesión de carácter
benigno y reversible, cuyas consecuencias suelen desaparecer cuando se deja de
estar expuesto a los factores que la provocan, resulta conveniente recordar
algunas de sus características y medidas preventivas.
Esta
patología se caracteriza por la aparición de una depresión en la superficie de
la piel, en forma de banda semicircular, de ahí su nombre. Se localiza
normalmente en la cara anterior-externa del muslo y se debe a la atrofia del
tejido graso subcutáneo.
Además de
este síntoma principal, también se relacionan otros como: cefaleas,
irritabilidad, tos seca, prurito cutáneo y sensación de pesadez en las piernas.
El
síndrome de la Lipoatrofia semicircular se asocia con la exposición a campos
electromagnéticos durante largos periodos de tiempo, así como a la
presión del mobiliario (Ej. Mesa o silla) sobre ciertas partes del cuerpo,
especialmente los muslos.
En
consecuencia, las medidas preventivas pasan, por reducir la exposición de
los/as trabajadores/as a estos factores. Para ello, es importante que la
evaluación de riesgos y el plan de medidas preventivas incluya la realización
periódica de estudios sobre la calidad del aire y las condiciones
termohigrométricas del lugar de trabajo. En este sentido, es importante que se
mantengan valores de humedad relativa entre el 50 y 70% para reducir la electricidad
estática.
Los materiales del mobiliario del entorno del puesto
de trabajo deben ser preferentemente
materiales poco conductores. Cuando se trate de muebles metálicos es
conveniente asegurar que las masas tiene una buena “conexión a tierra” para
evitar descargas eléctricas a los trabajadores.
Por último, se debe evitar permanecer
mucho tiempo sentado y que el mobiliario comprima la parte superior y
externa de los muslos. El diseño ergonómico del puesto y su adaptación a cada
persona contribuirán a reducir el riesgo.
MÁS INFORMACIÓN en el siguiente Link:
Foto: www.abc.es
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