EL 65% DE LOS DOCENTES TIENEN EL SÍNDROME DEL "TRABAJADOR QUEMADO"
EUROPA PRESS se hacía hoy eco del
resultado de un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Murcia
(UMU), en el que se afirma que el 65% de los profesores de Primaria, Secundaria
y Bachillerato sufre el SÍNDROME DE BURNOUT en alguna de sus fases.
El
Síndrome de Burnout se
caracteriza por ser una respuesta de estrés prolongada ante los factores estresores
emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo. En este caso, se
debería a una relación personal "dura, intensa y frustrante" de los
docentes con alumnos y/o compañeros.
El estudio de la UMU indica que el 12% de los docentes
padece el síndrome de forma "evidente", y otro 53% tiene una tendencia
o riesgo objetivo de sufrirlo. Los síntomas más característicos que identifican
al “profesor quemado” son:
-
Agotamiento emocional
-
Sentirse más fríos, ariscos y cínicos
en su relación con los alumnos y otros compañeros docentes.
-
Sensación de frustración con su trabajo
Con frecuencia los docentes se ven obligados
a tratar a mucha gente y establecer relaciones intensas con ellos durante mucho
tiempo, lo que hace que se prolonguen situaciones
de presión diaria así como la necesidad de colaborar y de entenderse
con compañeros o superiores. No obstante, estas situaciones se producen en
cualquier entorno laboral, no solo en el docente.
Según afirma uno de los autores del estudio, para que el 'Burnout'
llegue a producirse, la relación tiene que ser "intensa y sostenida en el
tiempo", de tal modo que la sensación de agotamiento físico se extiende a
un agotamiento mental "provocado por el esfuerzo de mantener la relación
continua con esa persona que genera el estrés".
El 'burnout' se
desarrolla en varias fases:
1º.- Se produce un agotamiento emocional y "fatiga"
al verse obligado a tratar con la situación y las personas que le causan frustración.
Esta situación da lugar a un desgaste físico y mental.
2º.- Como respuesta a esta situación, se produce la “Despersonalización', intentando poner
distancia con las personas que participan de la situación estresante. Esto hace
que los afectados por el Burnout se muestran menos amables con las personas de
su entorno y que mantenga una relación mínima con los compañeros de trabajo.
3º.- La tercera fase es la que desencadena los síntomas de
Burnout en toda su extensión. Se trata de una fase en la que el “trabajador quemado”
comienza a dudar de su propia realización personal, y se dan respuestas como:
"yo aquí no progreso nada; no consigo el amor que tenía previsto con mi
pareja o no alcanzo el desarrollo profesional que tenía previsto". Esta
situación empuja al 'quemado' a sentirse cada vez peor.
Una vía de escape habitual es el abandono, aunque también es
frecuente que haya situaciones de las que no se puede escapar (Ej. Necesidad de
mantener el empleo), lo que hace que el trabajador se resigne y el trastorno
vaya a más.
Aunque puede producirse en cualquier persona, el Burnout es
más frecuente en personalidades autoexigentes, perfeccionistas, así como en
quienes manejan peor las situaciones de ansiedad y quienes se encuentran en
entornos competitivos. Las personas demasiado comprometidas con su trabajo
hasta el punto de confundirlo con una adicción, tienen más riesgo de padecer
este problema.
Entre los factores externos que influyen en el 'Burnout' se
pueden citar la falta de apoyo sociofamiliar y el no contar con otras
alternativas y objetivos vitales. El trastorno suele aparecer también en
personas que no tienen más alternativas u objetivos vitales.
El tratamiento de los afectados por el Síndrome de Burnout
pasa por el apoyo de profesionales que ayuden a la persona a cambiar su
perspectiva respecto a la situación que está viviendo. De esta forma podrán
cambiar los pensamientos y emociones que se causan el agotamiento. Asimismo,
promover una actitud positiva ante la vida constituye también una estrategia de
protección contra el Burnout.
MÁS INFORMACIÓN:
No hay comentarios:
Publicar un comentario